Rubio tuvo que ser ingresado en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la noche del 3 de enero, después de haber regresado a la capital mexicana desde Miami, donde había pasado la Navidad en compañía de sus hijos, Paulina y Enrique.
Este jueves el padre de Paulina Rubio fue trasladado a otro hospital del IMSS debido a "que era necesario que se le administrara el tratamiento de hemodiálisis" por el "problema de insuficiencia renal que presenta desde hace más de un año", dijo en un comunicado una agencia de relaciones públicas en representación de la familia.
La fuente explicó que el estado de salud de Rubio "se mantiene como extremadamente grave y se espera que su organismo reaccione favorablemente al realizarle la hemodiálisis y que se pueda revaluar su estado de salud dentro de las próximas 24 a 48 horas".
Los hijos de Enrique Rubio "en conjunto con sus médicos de cabecera han decidido que se continúe con el tratamiento dentro de un hospital" del IMSS "debido a la delicada condición que mantiene, además de que la atención médica ha sido inmejorable y se tiene la plena confianza en su destreza profesional", añadió la fuente.
Agradeció el interés mostrado por los medios sobre la salud de Rubio, y pidió a la prensa comprensión "ya que por esta circunstancia no habrá declaraciones".