Terminó el 2010 y el sábado comenzó un nuevo año. Y todos recibimos el 2011 con esperanza y felicidad, deseándonos unos a otros que este sea mejor que el anterior y que las cosas malas hayan quedado atrás.

Al menos, este es el deseo que año a año se manifiesta de diversas maneras, siendo una de ellas la quema del año viejo.  Siempre se recibe el nuevo año con la esperanza que sea mejor que el anterior y que en este no se repitan los hechos negativos que tanto daño hicieron a una persona,  a una familia, a una colectividad, a una región, o a un país.
Que no se repita el encierro accidental por tantas semanas como el sucedido en la mina de Chile, el que felizmente culminó sin muertes que lamentar,  no así el sucedido a los pocos días aquí en Ecuador. Que no se repitan las inundaciones y deslaves como los acaecidos en Venezuela y Colombia  con cientos de muertos y miles y miles de damnificados.  Que el 2011 no sea año record como lo fue el 2010 con relación a los actos delincuenciales, en que los asesinatos, secuestros, robos, asaltos, sicariatos, estuvieron  a la orden del día y fueron motivos de alarmantes crónicas rojas.
Que el enfrentamiento entre ecuatorianos como el del 30 de Septiembre quede por siempre atrás y nunca más cruce ni siquiera por la mente de alguien algo aparecido.   Que el respeto y las consideraciones nos guardemos unos a otros, sea cual fuere la posición que se tenga.  Porque la unión, la comprensión y la igualdad en derechos y obligaciones tiene que ser de todos y para todos.  Que se respete la libertad de prensa y de expresión y que se archive por siempre la pretendida “Ley Mordaza”.  Que la prematura y arbitraria clausura de un medio televisivo no vuelva suceder en este ni en los posteriores años, así como tampoco el intento de silenciar a la revista “Vanguardia” con el premeditado embargo de las computadoras.
Que los malos ejemplos, como el de los poderes especiales y dictatoriales otorgados al Coronel Chávez en Venezuela, no sean copiados en nuestro país, el que debe seguir siendo democrático, libre, independiente y soberano. Que accidentes mortales como el del vienes 24 en el sector de la “Crespa” no se repitan por la negligencia e irresponsabilidad de muchos.  Que los problemas básicos, entre ellos el de agua potable, sean solucionados de manera definitiva en beneficio de un buen vivir.
En fin,  que hoy, que recuerda la visita de los “Reyes Magos” al niño Jesús, nos deje como regalo el comienzo de una nueva y mejor etapa con un 2.011 que de verdad marque  los cambios que todos requerimos y que no se cumplen.