Esto en reconocimiento supremo a ese gran patriota ecuatoriano llamado Francisco Eugenio de Santa Cruz y Espejo, creador del primer periódico libertario denominado Primicias de la Cultura de Quito - a través del cual combatió la tiranía de los conquistadores -, fijándose el 5 de enero para esta recordación nacional.
Y es oportuno este día pensar en la acción patriótica de Espejo para vigorizar el derecho a la comunicación y defender su vigencia legal y razonadamente, mucho más en este tiempo en que sobre el periodismo libre e independiente, al igual que contra los periodistas se ciernen graves amenazas de control a su labor de investigar y denunciar los atentados que avizoran contra la integridad y la seguridad de la democracia.
Es una ocasión para recordar el papel vital que tiene la libertad de prensa en el fomento de democracias sanas y sociedades libres, aunque en muchos países ejercer el periodismo con frecuencia implica arriesgar la vida para obtener la noticia, lo que debe evitarse ocurra en nuestro país.
Las agresiones contra periodistas no son la única amenaza a la libertad de prensa. Las restricciones gubernamentales a los medios también evitan que el público obtenga información importante cuando ocurren crisis importantes.
Hoy, más que nunca, debe sostenerse a la libertad de prensa como una condición fundamental para una democracia sana y un aliado poderoso en el combate contra la pobreza, la enfermedad, la corrupción, la ignorancia y el analfabetismo. Y que su vigencia no debe tener más trabas que la ética y la moral que demanda la profesión, en respeto a los derechos de los demás.