Casi sin darnos cuenta terminó la primera y hemos iniciado la segunda década de este siglo del que ayer nomas celebramos su llegada; hoy, más que hacer un balance de esta transcurrida etapa -considero- son importantes los propósitos que tenemos para el futuro, los que estarán basados en las experiencias adquiridas, que indudablemente son numerosas y acumuladas por los siglos que tenemos sobre este planeta.

Podría asegurar que uno de los temas en los que más concienciación tiene ahora la humanidad es el ecológico, porque de a poco hemos ido sintiendo en carne propia los efectos del desorden climático y su influencia en el medio ambiente; aunque desgraciadamente, no han sido claras ni suficientes las medidas gubernamentales tomadas por los países principales causantes de las emisiones de contaminantes y culpables de lo anotado, como demuestra el casi fiasco de los acuerdos de Kioto.
Empero, ya se observan actitudes conducentes a remediar perjuicios como los que causan los automotores contra la capa de ozono y la pureza del aire que respiramos; esto, con la producción algo tímida y experimental aún de motores híbridos y eléctricos, aunque lo ideal sería que los superen los de células solares, probándose en -lamentablemente- aún muy pocos vehículos voladores y terrestres.
A más de lo anterior, paulatinamente y mientras el actual ser humano se va concienciando, en los hogares mismos se nota ya la influencia de responsables fabricantes de productos e insumos “amigables” con la naturaleza, como es el caso de artículos del hogar y consumibles varios; algo parecido podría decirse de los cotidianos hábitos que adquirimos, aunque estos están más impulsados por el “dolor de bolsillo” que por el respeto al medio ambiente, dado que van resultando costosos los consumos de aparatos de la vieja data, ante lo energéticamente económicos que son los modernamente fabricados.
Colabora a lo citado la penetración del internet en nuestras costumbres, el que a más de priorizar las comunicaciones, ahorra transportación de correos y costos inherentes, esperándose mejoras intrínsecas de este portento y sus mayores aplicaciones en procesos noticiosos, tecnológicos y en cuanta aplicación le vaya descubriendo el ser humano. En general, basándonos en los tiempos pasados, en esta nueva segunda década se deberán  poner las bases que prolonguen nuestra vida en este medio natural en el que nacimos y  seguimos disfrutando, ya que deteriorándolo más, la única alternativa sería ir descubriendo el planeta del cosmos donde nuestras descendencias deberán migrar para continuar sus existencias. ¡Ojalá esté equivocado!.<