Para los que hemos adoptado a los Estados Unidos de Norte América como nuestra segunda patria, después de haber estudiado, trabajado, criando familia y conviviendo con sus habitantes, no nos sorprende el saber que billonarios y millonarios estadounidenses estén comprometiéndose a donar gran parte de sus fortunas para cumplir con su responsabilidad social, tal vez imitando a ex presidentes y a muchos miembros del grupo de entretenimiento, médico y deportivo que han hecho y hacen una excelente labor social.
Es la otra cara de la gente de este gran país, la del “buen americano”, honesto, generoso, altruista, amante de las libertades individuales, de la justicia, del juego justo y limpio. Es, a mi entender, el contrapeso o la respuesta a la percepción que se tiene del “ugly american”, producto de una política exterior, que al defender sus intereses económicos y expansionistas muchas veces atropella, ultraja y avasalla para conseguir sus fines. A estos se unen lo que en todas las sociedades existen, los racistas, los xenofóbicos y políticos corruptos.
No nos extraña, pero si nos conmueve conocer de este acontecer digno de emular, nace de una conciencia que les dicta la necesidad de mirar muy de cerca la responsabilidad social que cada individuo debe tener. En nuestro Ecuador, el ejército de voluntarios y de personas generosas, cultas de alta moral y con un sentimiento de justicia social, se las encuentra cumpliendo una responsabilidad social en hospitales, orfelinatos, Cruz Roja , etc., etc. Su mayoría pertenece al género femenino; nuestras mas efusivas felicitaciones a estas damas que dignifican ese honorable quehacer. Es de esperarse que los hombres también se unan a este sano despertar y a los favorecidos con fortunas heredadas o adquiridas en buena lid, cumplan con el deber social de mitigar la pobreza, la educación, la salud y la injusticia.
Se dice que las leyes económicas y la cultura comercial que existen en Norteamérica son la razón para que estos factores ayuden, para que cualquier individuo con talento e ingenio que desee desarrollar cualquier ventura comercial, industrial o de cualquier otra índole, la pueda emprender y ser exitoso.
La historia está llena de estos fabulosos individuos inteligentes, que junto a su ingenio han amasado fortunas que ahora las ponen a disposición para mejorar la pobreza, la educación la salud y la desigualdad, no solo en el suelo americano, sino también en confines del mundo donde la insalubridad, desnutrición y la falta de educación han hecho que ciertas sociedades sean víctimas de pestes catastróficas e ignorancia debido a promesas no cumplidas por el bochornoso incumplimiento de nefastos políticos egocentristas e ineptos. <