En el parque A la Madre, que se ubica en el barrio Honduras, las cinco luminarias están sin foco y las dos lámparas públicas son las que alumbran el sector y a los pocos jaramijenses que llegan a conversar en el lugar, que en las noches son ahuyentadas porque hay mosquitos.

También abunda la maleza y los fines de semana se la utiliza como lugar para libar por irresponsables ciudadanos.

En las paredes hay figuras y palabras obscenas. Las mecedoras y otros juegos recreativos están destruidos.

Lo que si permanece limpio “porque un empleado municipal llega todos los días a barrer y recoger los desechos”, dijo Carlos Arcentales Delgado.

En el parque Central las luminarias están en mal estado, abunda la maleza y no hay juegos recreativos. Hay días que no prenden las luminarias. También permanece limpio debido a la limpieza diaria.

El parque A la Libertad en iguales situaciones.

Julio Mero Mero, morador de la calle Galo Plaza, pidió a la municipalidad invertir rubros para “cambiar la imagen de los pocos parques existentes en Jaramijó”.

Los mismos problemas existen en el parque de las villas del Banco Ecuatoriano de la Vivienda.

Las luminarias de la escalinata de El Mirador, al ingreso de Jaramijó, están destruidas y el sector está a oscuras por las noches afectando a los moradores. En la Plaza Cívica las paredes están rayadas y los fines de semana liban, pese a ser considerado como lugar público.<