Con un pesebre viviente se terminaron las novenas en la calle. Estos ejercicios piadosos se realizaron en el tiempo de Navidad.
Durante cada noche  hubo cantos y oraciones, además se repartía entre los presentes un aperitivo y golosinas para los niños. En cada celebración alguno de los vecinos fue designado como padrino.
Edison Zambrano, mentalizador del evento, indicó que con esta actividad se logró unir más a la comunidad, que con entusiasmo asistió para adorar al Niño Jesús.
Él añadió que son variadas las actividades que se programan en esta comunidad con el objetivo de unir a los habitantes de este sector.