Este cantón tiene en su inventario de recursos naturales más de medio centenar de cascadas o saltos de agua que pueden ser visitados en el feriado de Año Nuevo.

La Planchada, a diez minutos de la cabecera cantonal, es un salto de agua que ha cobrado vida con las primeras lluvias del invierno y que espera a muchos turistas el fin de semana. El escenario es paradisiaco, el acceso hacia dicho lugar ha sido rehabilitado, de tal manera que quienes quieran disfrutar de la tranquilidad de un refrescante baño en este feriado pueden escoger este destino que garantiza tranquilidad, contacto con la naturaleza y con gente cálida, y alimentos típicos preparados con la auténtica sazón manabita.

Paila Mocha es otro escenario encantador, en el lugar hay una caída de agua de más de 40 metros, está ubicado en el recinto Santo Domingo de la parroquia Sucre. Ahí se inició la construcción del acceso, que no ha sido terminado todavía. El proyecto es ambicioso porque se prevé la construcción de un pequeño represamiento de aguas, y de un refugio para los turistas, para que cuando lleguen al sitio pueden observar la presencia de peces de colores y una infinidad de mariposas nunca antes vista.

En el lugar se proyecta la construcción de más de cinco paraderos, para facilitar el descenso a lo largo de 467 kilómetros de camino; también se han construido cabañas para los negocios de comida  típica.

El proyecto tiene un costo aproximado a los ocho mil dólares, que será administrado por el Comité Pro-mejoras Paila Mocha, con quienes se firmará un convenio para el buen aprovechamiento de este recurso natural que se convertirá en importante fuete de recursos para la población y en vitrina de la riqueza natural y encantos que posee 24 de Mayo.

A la cascada se llega descendiendo por un camino que todavía está en construcción, de manera que quienes se arriesguen a visitar el lugar tienen que caminar varios metros antes de encontrarse con el espectáculo natural.