En el sector de Colón en Portoviejo, los habitantes están indignados porque las calles están llenas de lodo y agua empozada, lo que ha provocado el aumento de moscos y la insalubridad.
Pero lo más grave, como lo califica la ex concejal y moradora de la parroquia, Atenaida Cedeño, se da en los accesos al puente San Ignacio porque están obstruidos, porque recién en septiembre se reiniciaron los trabajos de construcción de una nueva estructura.
En el lugar se pudo evidenciar maquinaria laborando, pero según Cedeño la obra avanza lenta, luego de que estuvo paralizada por más de un año, a pesar de que la ex Corpecuador entregó el 70 por ciento de anticipo de la obra. “Es lamentable que ni siquiera a pie se pueda pasar y todo porque se acuerdan de hacer los trabajos cuando empieza el invierno”, agregó.
Ayer el Río Portoviejo creció pero no se reportaron daños. Pero los moradores de Colón no son los únicos que sufren, en la ciudad también los conductores padecen por el mal estado de las calles, pues los huecos pequeños ahora se han hecho más grandes, mientras, la municipalidad intenta paliar el problema con bacheos emergentes en algunos puntos críticos.
A esto se suma el repunte de enfermedades, la dificultad que tienen los recolectores de basura para entrar a algunas zonas por el lodo que hay, entre otras afectaciones.

 chone. Por otra parte, dirigentes comunales de la parroquia Boyacá  de Chone, solicitaron a la secretaría del Comité de Operaciones Emergentes (COE), una reunión y así ser atendidos en el plan de contingencias. Además, en la entrada a la parroquia el Consejo Provincial de Manabí construye un puente, que hace imposible la movilidad de vehículos.
Darwin Quevedo, presidente de la Junta parroquial, informó que los trabajos en el viaducto entorpecen la venta de la cosecha, pero principalmente están a merced de algún contratiempo ante el invierno.
Además, Mario Barberán, jefe del voluntario de la Defensa Civil, expresó que ayer hubo reporte de escuelas y de una parroquia afectadas por las lluvias.
Refirió que el COE no se ha activado y que eso depende del alcalde Italo Colamarco.

 jaramijó. Las primeras lluvias caídas en Jaramijó preocupan a las familias que viven en zonas consideradas de riesgo.
Rosa Elvira Arcentales, moradora del barrio Santa María, teme que con las precipitaciones se deslicen rocas que afecten su inmueble. “Han pasado 4 meses y aún no se concretan obras emergentes como un muro para que ya no haya deslizamientos de tierra”, dijo la mujer.
En calle Galo Plaza, la casa de la familia Chávez López está a pocos metros del abismo. En este sector hay continuos deslizamientos de tierra.