Al mediodía había 137 madres haciendo fila. Para evitar errores y confusiones todas decidieron anotar en su brazo el número que le tocaba. Marilú y todas las mujeres de su familia han estudiado en el colegio Portoviejo. Es una tradición que no quiere que se pierda. Para los profesores y alumnas del colegio fue inusual ver el grupo de mujeres haciendo cola. “No es normal ver tantas personas en el primer día de inscripciones”, manifestó una maestra. En los años anteriores al final del plazo es que se aglomeran las personas por un cupo. A las 14h00 empezaron a recibirse las inscripciones. En el establecimiento hay cupo para 300 alumnas para el primer año. La inscripción cuesta dos dólares. Examen Las inscriptas deben acudir a mediados de enero a un seminario de una semana. Luego vendrá una prueba. Las que tengan las mejores notas se quedarán estudiando en el colegio. Los padres de familia esperan que sus hijas aprueben los test de conocimientos para que ingresen al plantel.