Roque Moreira, afiliado al IESS y quien ayer acompañaba a su madre en el área de curaciones, denunció que los malos olores invadían incluso hasta el área de farmacias y algunos consultorios médicos.
Debido a este inconveniente la sala de emergencias fue cerrada momentaneamente por la contaminación del lugar con aguas servidas.
Además cuatro personas que eran atendidas allí fueron derivadas a los pisos altos para su recuperación, mientras una sala contigua fue improvisada para casos de emergencia.
Según personal de la Empresa de Agua, el sistema de alcantarillado colapsó por un taponamiento, del que a criterio del director del hospital, Gonzalo Rodríguez, es producto del descuido de los mismos usuarios, pues tiran al inodoro papel, toallas sanitarias y hasta pañales.
El problema comenzó a ser evidente el martes en la noche.
Ayer en la tarde se tenía previsto terminar las labores y desinfectar las áreas afectadas, anunció Rodríguez. <