Los habitantes de Serinyà, un pequeño pueblo del corazón de Cataluña, no se acaban de creer la tragedia de Nochebuena. La muerte de los tres miembros de la familia Van Arkel, que hacía años que regentaba la casa rural, ha dejado consternado a medio pueblo.
Las hipótesis que se barajan aumentan aún más el desconcierto de la población: investigan si se trata de un triple suicidio, o si la pareja primero acabó con la vida del hijo y después se suicidó, la teoría más plausible, ya que el joven iba en silla de ruedas y era autista.
El alcalde de Serinyà (Girona), Josep Antoni Ramon, ha mostrado su consternación ante la muerte de los tres miembros de la familia Van Arkel, que hacía tiempo que vivían en la localidad donde regentaban un negocio de turismo rural. "No hacían mucha vida en el centro del pueblo, no se les veía mucho, pero eran muy buena gente", dice el alcalde.
En el mismo sentido se ha expresado Rosa Teixidor, la alcaldesa de Esponellà, localidad limítrofe con Serinyà. Mientras tanto los Mossos d'Esquadra siguen investigando el caso, bajo secreto del sumario. <