En Chone, el centro educativo Manabí es uno de los que más ha sentido los efectos de la estación invernal que está comenzando.
Piedad Carjaval, directora de la escuela, aseguró que la historia se repite todos los años, y en su momento se contactaron con la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse), donde ofrecieron ayuda que aúnno llega. Las siete aulas sobre la calle 7 de Agosto están rebosadas. Las aguas lluvias y negras se combinan, por este motivo en la mañana se perciben malos  olores que en la tarde se tornan insoportables.
En la escuela Manabí estudian 520 niños. Según su directora, la problemática surgió cuando empezaron los rellenos de las calles aledañas y a la escuela no se le hizo ningún arreglo.

 a casa. En el Colegio Amazonas, ubicado en la avenida del mismo nombre, el martes suspendieron clases por el desbordamiento de aguas servidas. por lo que se los envió a sus hogares para evitar enfermedades.
Darwin Pazmiño, rector, indicó que desde abril del año pasado enviaron oficios a la Dinse para evidenciar los problemas. Sin embargo, el tiempo transcurre ante la pasividad de los funcionarios. “Estamos en el sector más bajo de la ciudad y cuando llueve los baños y las alcantarillas se desbordan. El problema termina cuando trabajan las estaciones de bombeo, pero hasta eso pasan algunas horas”, acotó.
En sectores como San Felipe, los moradores temen las afectaciones. La lluvia del martes originó un crecimieto de al menos 30 centímetros de agua que sobrepasa la acera.
El alcalde Italo Colamarco aseguró que la próxima semana reúne el COE para prepararse ante alguna emergencia.

 el carmen. La lluvia también afectó en El Carmen. Causó inundación de casas y deslaves  en varios sectores de la ciudad.
Pasada las 16h00 del martes empezó la lluvia y a las 19h00 los bomberos recorrían varios sectores  atendiendo llamadas de auxilio de las familias que sufrieron inundación en sus casas.
El reciente lastrado en la lotización Silva originó que se inunde la casa de Jairo Vélez, igual cosa pasó con la casa de Glenda Figueroa en el barrio Santa Teresita.
También viven momentos de zozobra los habitantes del barrio Sagrado Corazón de Jesús, por el deslizamiento de tierra y la inundación de una de las casas.
Obreros construyen un muro en ese barrio, para  evitar que la loma siga cediendo.
Lo que llama la atención es que el muro está siendo construido a cinco metros de distancia de la loma. <