Siete dirigentes de la Federación de Ganaderos de los departamentos norteños de Beni y Pando se sumaron al ayuno y anunciaron que cancelarán el abastecimiento de carne en el interior del país. “De ser necesario y persistir el no respeto a la democracia y los dos tercios en la Asamblea Constituyente, se determina adoptar esta medida de presión”, informó la organización en un comunicado. Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) impusieron la votación por mayoría absoluta para aprobar los artículos de la nueva Constitución, frente a los dos tercios prescritos por la normativa vigente y por la propia ley de convocatoria de la Asamblea. Con la incorporación al ayuno de 40 legisladores de la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos) y dos prefectos (gobernadores) departamentales opositores, la huelga de hambre contra el presidente se agravó a un día del comienzo de la II Cumbre Suramericana en la ciudad boliviana de Cochabamba. La prensa local no se pone de acuerdo acerca de la cantidad de huelguistas diseminados por todo el país, puesto que “La Razón” habla de más de 600 pero según “La Prensa” rondan los 1.000. Portavoces del Comité Cívico pro Santa Cruz confirmaron a Efe que sólo en esta región oriental, motor económico del país, son casi 700 las personas que secundan el ayuno. Las primeras tensiones derivadas del conflicto en la Asamblea quedaron patentes el martes con la irrupción de un grupo de simpatizantes del Gobierno en un templo católico, en pleno centro de La Paz, de donde seis personas que ayunaban debieron escapar. Tal como recogió la Agencia Bolivina de Información (Abi, estatal), el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, repudió el hecho y señaló que el Gobierno sancionará “drásticamente” a los culpables del incidente, sean o no afines al MAS.