Los “patitos de goma” que tanto gustan a los bebés pueden ser perjudiciales para su salud, según una ley que prohibirá su venta desde este mes en San Francisco, la primera ciudad de EE.UU. en vetar juguetes fabricados con productos químicos que pueden ser nocivos para los pequeños. El encontronazo con la industria juguetera no sorprende a nadie en una ciudad obsesionada por el consumo de alimentos ecológicos y pionera en medidas de protección medioambiental.