Hoy se le había efectuado “un procedimiento de angioplastía para revasculizar el corazón”, según un parte médico entregado por el doctor Juan Ignacio Vergara. El médico agregó que “sin duda, un infarto agudo al miocardio es una condición de riesgo vital”. Su hijo menor, Marco Antonio, dijo que a su padre le administraron el sacramento de la unción de los enfermos, que reciben quienes están cerca de la muerte. Esta no es la primera vez que Pinochet lo recibe. “La salud de mi padre es grave”, señaló la mayor de sus hijas, Lucía Pinochet, mientras el ex dictador permanecía en la unidad coronaria del hospital. Horas más tarde, se informó sobre una posible segunda intervención para una operación de “by pass”, pero los médicos informaron que solo examinaron al ex gobernante luego del procedimiento realizado por la mañana. El Gobierno está siguiendo la evolución del estado de salud del ex dictador, aseguró su portavoz, Ricardo Lagos Weber. Al ser consultado sobre los planes del Gobierno ante una eventual muerte de Pinochet, Lagos Weber dijo que le “parece de mal gusto hablar de funerales de personas que están vivas”. La hospitalización del ex gobernante de facto pone una nota de suspenso en las numerosas causas judiciales que lo involucran, por violaciones a los derechos humanos y delitos económicos.