Con Fidel Castro enfermo y ausente de la Plaza de la Revolución, el gobernante interino de Cuba, el general Raúl Castro, le extendió el sábado una rama de olivo a Washington mientras aseguraba que su país es inexpugnable militarmente, en el marco de un multitudinario desfile militar por ocasión del 50 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. “Queremos reafirmar nuestra disposición de resolver en la mesa de negociaciones el diferendo prolongado entre Estados Unidos y Cuba, siempre y cuando acepten la condición de que nuestro país no tolerará sombras a su independencia y sobre la base de los principios de la igualdad, reciprocidad, no ingerencia y respeto mutuo’’, dijo Raúl Castro, en la segunda vez que menciona el asunto desde que asumió el poder el 31 de julio, tras someterse su hermano a una delicada operación intestinal. Sin embargo, Washington rechazó de plano la oferta con el argumento de que cualquier diálogo sobre el futuro de la isla debe ser “entre cubanos’’. “El diálogo que debe darse es entre el régimen cubano y el pueblo cubano sobre el futuro democrático de la isla’’, dijo Janelle Hironimus, una de las portavoces del Departamento de Estado.