Afuera de su casa, ubicada en el sitio La Nueva Granada de la parroquia Crucita de Portoviejo, ellos pedían una moneda a las personas que pasaban por el lugar.
El mayor de ellos (José Gregorio), tiene un carrito, el cual sirve para movilizarse.
"Mazda José Gregorio", tiene escrito el carrito en la parte trasera.
A sus 14 años de edad se ha preguntado ¿por qué no soy un niño normal?.
Aquella interrogante es muy difícil de contestar para su madre, Fátima Ávila, quien se gana unos cuantos centavos lavando ropa de los vecinos.
La madre dijo que cuando su hijo le hace esa pregunta, ella le dice que es cosa de Dios y que hay que aceptarse y quererse uno mismo.
En cambio la más pequeñita, con su inocencia de toda niña de 6 años, posa ante la cámara de Alberto Zambrano, fotoperiodista de El Diario, y como si fuese una modelo profesional, sonríe y pide que le tomen otra foto.
Ella aún puede caminar con sus pies, aunque no de manera  normal.
Y el más travieso de la casa, por votación de sus hermanos, es Luis Fernando.
Ayudándose con sus manos camina hacia su casa para reunirse con su familia.
La madre de los menores explica que ningún familiar ha tenido algo similar a lo de sus hijos.
"Cuando los doctores los chequeaban, no daban con la enfermedad, y hasta el día de hoy no sé a ciencia cierta cuál es el nombre de esa enfermedad", dijo la madre.
El mayor está en primer año de colegio, los demás estudian en la escuela.
Su padre tiene una pequeña motocicleta, en la que transporta a sus hijos.
A pesar de ser personas con capacidades especiales no reciben ayuda del gobierno. Ellos desean que alguien les ayude a construir una nueva escalera para su casa, pues la que tienen se les hace muy difícil de subir. A veces hasta se han caído de ella, pero no han tenido mayores lesiones.
"Los niños especiales" como se los conoce, esperan en aquella choza la ayuda de alguna institución o personas de buen corazón.

Gobierno anuncia ayuda para discapacitados

En julio de 2009, la Vicepresidencia de la República  emprendió la Misión  Manuela Espejo, primer estudio bio-psicosocial y clínico-genético, orientado a  identificar los casos que, por su condición  crítica, requieren respuesta integral y oportuna por parte del Estado.
Según un estudio de 2005 del Conadis sobre personas con discapacidad, el 38,9 % de ese colectivo tiene deficiencias graves y requiere de atención permanente.
Un total de 14.479 personas con discapacidad física e intelectual severa recibirán un bono de 240 dólares mensuales como parte del programa Joaquín Gallegos Lara, que es impulsado por el Gobierno. 
Desde el 1 de agosto de este año el beneficio se entregará a las 2.838 primeras personas y desde el 1 de enero de 2011 a las 11.641 restantes. 
Estos anuncios los hizo el jueves el presidente de la República, Rafael Correa, quien firmó un Decreto Ejecutivo que garantizará la entrega de los recursos para el grupo vulnerable.
El Mandatario precisó que los recursos  se entregarán a las madres o familiares cercanos de los pacientes que a diario cuidan del discapacitado. 
De acuerdo con las cifras proporcionadas ayer por la Presidencia, la inversión para este bono asciende a 38’293.920 dólares.  El vicepresidente de la República, Lenín Moreno, informó que “para hacer el seguimiento médico a los beneficiados se realizarán evaluaciones periódicas de los galenos del Ministerio de Salud en las zonas urbanas y en las  zonas rurales donde trabajarán equipos del Seguro Social Campesino”. La campaña estará dividida en dos fases. La primera, que iniciará el próximo mes, tendrá un costo de 4’767.840 dólares, monto que beneficiará a 2.838 personas. Mientras que la segunda fase, que empezará desde enero de 2011, asciende a 33’293.920 dólares, los cuales servirán para asistir a 11.641 personas discapacitadas.