El gobierno de Uribe, cuyo mandato terminará el próximo 7 de agosto, señaló por su parte que está "preparado" para presentar las pruebas ante una sesión del consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el 22 de julio.
La presidente del comité de paz del Senado colombiano, Gloria Ramírez (izquierda), dijo a la prensa que la decisión de Uribe de formular la denuncia contra el gobierno de Hugo Chávez "a través del Ministerio de Defensa y no de la Cancillería, es inoportuna y militarista".
"Está claro que el presidente saliente hace todo lo posible por agravar las relaciones con Venezuela en vez de acudir al diálogo o la mediación de instancias internacionales", señaló Ramírez.
El dirigente opositor Carlos Lozano declaró a radioemisoras que las pruebas que el gobierno de Uribe dice tener "son viejas y recicladas, lo que sólo demuestra la mala fe y el pésimo camino escogido para torpedear las relaciones con Venezuela, ya afectadas en los últimos ocho años de mandato".
El presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, quien tras su triunfo en los comicios del pasado 20 de junio expresó su deseo de recomponer los vínculos con Caracas, designó como futura jefa de la diplomacia colombiana a María Ángela Holguín, ex embajadora en Venezuela y ante la ONU.
Chávez negó la acusación de que da cobijo a los guerrilleros de las FARC y el ELN, señaló que no asistirá a la posesión de Santos y amenazó con romper las relaciones con Colombia, tras llamar a consultas a su embajador en Bogotá. La nueva crisis derivó en peticiones de comerciantes y lugareños de la frontera a los gobiernos a que resuelvan la controversia mediante el diálogo y "de una vez por todas".