Se conoció que cerca de la 01h30 de ayer Fernando López Marquínez, Barón López Calderón, Heráclito Muñoz Solórzano y el hijo de éste, Levis Muñoz Vera, se encontraban junto a la puerta principal del palacio municipal, cuando llegó un sujeto a pie pidiendo que le informen qué hora era, y ni bien recibió respuesta sacó a relucir una pistola nueve milímetros, con la que empezó a disparar contra los cuatro hombres.
Los guardias que eran atacados poco pudieron hacer para defenderse, toda vez que estaban desarmados; quienes viven cerca del lugar manifestaron que por lo menos se escucharon 25 detonaciones. Cuando el hombre armado sintió que se le terminaban las balas se dirigió apresurado a la esquina de la calle posterior del municipio, donde un carro color concho de vino lo esperaba para huir del lugar.
La incertidumbre se apoderó de los guardias, pues Heráclito Muñoz había recibido un roce de bala en la rodilla izquierda y su hijo Levis Muñoz un roce en los glúteos; mientras tanto Barón López recibió dos impactos de bala en la pierna derecha y Fernando López uno en el muslo derecho y uno en el abdomen, por lo que reviste mayor gravedad. Los cuatro heridos fueron recogidos por los socorristas del Cuerpo de Bomberos y trasladados al hospital cantonal, donde recibieron las primeras atenciones médicas para luego ser transferidos al hospital de Santo Domingo de los Tsáchilas, pero como en ese centro de salud no recibían una rápida atención los familiares debieron retirarlos para llevarlos a una clínica particular de esa ciudad. En los bajos del municipio quedaron las huellas de sangre, ocho impactos de bala en las paredes y por lo menos quince casquillos y balas que están en manos de la policía para las investigaciones. Mientras tanto este medio tuvo conocimiento de que el vehículo de placas JBB -765, color concho de vino, en el que se movilizaba el sujeto que produjo la balacera  está retenido en Santo Domingo, donde fue abandonado en medio de una persecución policial, aunque sus ocupantes lograron huir.