A pocos metros de la vía de ingreso a Jaramijó, Carlos Mero Mero, morador del barrio Central, comenzó a percibir mal olor en el bus que lo trasladaba desde Manta hasta Jaramijó. “Tuve que taparme la nariz porque el mal olor era insoportable”, dijo Mero, quien se dedica a la pesca artesanal.
Humberto Delgado, amigo que acompañaba a Mero, aseguró, en tono de burla, que muchos pasajeros van dormidos en los buses y cuando perciben mal olor ya saben que están llegando a Jaramijó.
Tanto Mero como Delgado acusan a la empresa Hardepex, de Patricio Delgado, de la contaminación.
La dueña de un comedor que se ubica en la vía Manta–Rocafuerte, cerca del campamento Colisa, se quejó por los problemas de contaminación.
Todos los días sus clientes no comen con tranquilidad por los malos olores que emana la empresa harinera de pescado Tadel S.A.
“El jefe ambiental municipal no se preocupa por los problemas de contaminación”, dijo la mujer.
Boris Santana, jefe ambiental municipal, informó que las 5 empresas que se ubican en Jaramijó están tramitando la licencia ambiental.