Así lo anunció hoy, martes, Diego Borja, presidente del BCE, quien explicó que la decisión tiene la finalidad de incluir en el comercio internacional a los productores y actores económicos que han estado ausentes.

“Un comprador de café de Manabí que tiene una cuenta en la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Jipijapa podrá hacer la transacción con el operador de café venezolano; esta cooperativa hará su transacción en dólares pero el BCE y el Banco Central de Venezuela harán su compensación en SUCRE”, explicó.

Borja aclaró que esta moneda no será de uso de las cooperativas ni de las personas, “solo es uso de los bancos centrales, una divisa entre bancos para la compensación”.

Este proceso de comercialización también incluye a personas que tengan cuentas en bancos privados y quieran exportar o importar, ya que será esa institución financiera la que tendrá que abrir una cuenta en el BCE y proceder a la transacción.

El objetivo del SUCRE, según Borja,  es disminuir la presión de liquidez, democratizar el comercio internacional, propender a que se multiplique  la producción y el empleo y utilizar los excedentes de liquidez que no se usan en el comercio internacional para dinamizar la economía nacional.

Manifestó, además, que se estableció una lista de productos con los cuales negociar para que no existan restricciones, aunque la idea es que se pueda intercambiar cualquier producto.

“Lo que queremos es democratizar el comercio internacional e incluir a personas que puede exportar o importar, lo cual, por dificultades de acceso del mismo trámite institucional o a las divisas, no lo hacían”, enfatizó.

La primera negociación con el SUCRE se la efectuó el pasado 6 de julio con Venezuela y consistió en la compra de urea a dicho país por un monto de cuatro millones de dólares y la exportación de arroz por seis millones de dólares.