Pese a las protestas de sindicatos el gobierno francés sacó adelante una controvertida reforma que aumentará la edad de jubilación de los 60 a los 62 años. Sarkozy dejó en claro que no hay marcha atrás.
Durante una entrevista televisada de más de una hora de duración durante la noche del lunes el presidente francés, Nicolás sarkozy defendió la reforma como uno de los proyectos más importantes de su gestión al frente del Eliseo. “Miren a Alemania o a España, no hay país que no haga esfuerzos”, dijo Sarkozy durante la transmisión en vivo en el canal France 2. El presidente galo dijo que sin la reforma no hay manera de financiar el sistema de jubilación y que de no ponerse en marcha habría que reducir las pensiones o aumentar los impuestos.
“Las protestas no son lo decisivo”, destacó el mandatario galo aludiendo a los sindicatos que han llamado el 7 de septiembre a realizar paros de labores y manifestaciones de protesta contra la reforma. Sarkozy se mostró dispuesto a negociar con los trabajadores aspectos puntuales de la reforma, como la regulación de oficios particularmente pesados.