La producción de los ingenios azucareros está prevista en 11 millones de sacos, lo que descarta escasez.
Para el propietario de la panadería “Costa Sierra”, Eduardo Mantilla, se ha vuelto un dolor de cabeza comprar el azúcar que necesita para la producción de panes y dulces de su negocio, pues la condición para que le vendan este producto es adquirir otros, tales como, queso, mantequilla, huevos, etc.
Según este panificador, el problema de la venta de azúcar no es nuevo y se ha mantenido desde hace varios meses, pero las últimas semanas se ha agudizado. “Tal vez nuestros clientes no lo noten pero los que tenemos que comprar y producir sí sentimos estos inconvenientes. Hay ocasiones en que debemos sacrificar nuestras ganancias”, señaló.
El propietario del negocio dijo que les ha tocado realizar ajustes pero sin subir los precios para no perder competitividad y hay un valor establecido.
Desde la semana anterior hay una supuesta escasez de azúcar en el medio. Aquello también lo corrobora Manuela Chunga, comerciante del Mercado Central de Guayaquil. Ella asegura que el despacho del producto solo se hace por ciertas cantidades y que en algunas ocasiones con mayor precio al establecido oficialmente.
Son los mayoristas quienes restringen
Para María Castro, vendedora del mismo mercado, son los mayoristas quienes restringen la venta a tres o cuatro fundas de azúcar, de 2 ó 4 kilos. “Me toca suplir la falta de azúcar vendiendo panela; no es lo mismo aunque las personas sí la llevan, pero en pocas cantidades. Esta es una forma que he encontrado para equilibrar mis ventas”.
Otro caso similar es el que viven los comerciantes minoristas en la feria libre ubicada en Guerrero Valenzuela y la ´B´, en donde la escasez se vuelve más notoria. Ese es el caso de Sarita Morán, quien compra azúcar para no perder clientes, pues menciona que los compradores buscan un lugar en donde puedan realizar todas sus compras.
La denuncia de esta comerciante es en contra de los mayoristas ubicados en Pedro Pablo Gómez y sus alrededores, pues ahí, según ella, venden a cuentagotas.
“Me Venden el azúcar si compro algo más, de lo contrario el valor de este producto sube”, asegura.
Sin embargo representantes de algunos de los distribuidores del sector de la Pedro Pablo Gómez negaron que la venta se haga de esta manera, mientras que en otros establecimientos los empleados señalaron que no estaban autorizados para dar información.
Para evitar la especulación, en abril, la Intendencia del Guayas inició controles a los distribuidores y mayoristas en diferentes partes del país, dando como resultado una regulación en el despacho y la venta.
Adicionalmente se inició una campaña directa de venta de azúcar a comerciantes y público en general por parte de los ingenios, campaña que aún se mantiene por parte del ingenio San Carlos.
En mayo pasado los ingenios empezaron paulatinamente el periodo de la zafra para producir 11 millones de sacos.