El “Callejón del Diablo” del barrio 9 de Octubre es ahora el "cajellón de la contaminación". Y es que el rebose de aguas servidas está afectando a más de 30 familias que habitan en el sector.
En el lugar los adultos y niños sufren problemas diarréicos e infecciones de garganta, ya que desde hace dos meses conviven en ese ambiente de contaminación.
Los habitantes no sólo tienen que soportar los olores fétidos las 24 horas, sino que tienen que caminar sobre las mismas.
Ellos temen que se presente una epidemia, por lo que piden al Área de Salud y al Departamento de Control Ambiental del municipio que intervengan.
"Estamos cansados del trabajo a medias que realiza la Empresa de Agua. Los sifoneros vienen y limpian, y al cabo de dos días volvemos a tener el mismo problema", dijo Rosa Mera, moradora.