Unas 500 personas, aproximadamente, acompañaron al presidente de la Ecuarunari, Delfín Tenesaca, a rendir declaración ante la fiscalía de Otavalo en el marco de las acusaciones de “terrorismo” y “sabotaje” que el gobierno ha interpuesto en su contra y de varios otros dirigentes indígenas.
Tenesaca, quien rindió sus declaraciones en lengua Kichwa, fue cuestionado sobre las razones por las que habían protestado contra la Cumbre de los Pueblos de Nuestra América del ALBA con lanzas y serpientes, sabiendo que se trataba de un encuentro oficial; y, sobre la posición y objeticos del movimiento indígena en dicho evento.
Según el dirigente indígena, lo que el Gobierno busca con este tipo de acusaciones es “amedrentar” a través de la justicia a quienes no estén de acuerdo con él.