Como en los cuartos ante Ghana (1-1, 4-2 en penales), que hizo estallar de alegría a una habitualmente tranquila Montevideo, el principal punto de encuentro será la Plaza de la Independencia, en el centro de la capital.
Al menos dos pantallas gigantes serán instaladas, entre ellas una auditorio recientemente renovado, que acoge habitualmente recitales de música clásica.
Allí podrán reunirse 2.000 personas, una de las cuales podría ser el presidente de la República, José Mujica, que había seguido el partido anterior en el torneo sudafricano junto a un grupo de trabajadores.
Para evitar posibles incidentes, 150 policías y una decena de vehículos se desplegarán por las calles de Montevideo, donde vive casi la mitad de los habitantes del país (3,5 millones de personas en total).
El domingo, muchos de ellos habían aprovechado una temperatura estival (más de 27 grados) en el inicio del invierno austral para ir en 'peregrinaje' al Parque Rodo, donde se exponen fotografías del primer Mundial, organizado y ganado por Uruguay.
Mientras, las tiendas continuaban sus ventas de materiales del equipo. La camiseta oficial era difícil de encontrar en los grandes centros comerciales de la ciudad.
Uruguay aspira en Sudáfrica-2010 a conquistar su tercer Mundial, después de los conseguidos en 1930 y 1950.