En eso coinciden Ruben Godoy, admiistrador del Casino del Mar, ubicado en el hotel Howard Jhonson; y Franklin Palacios, del Fantasy Casino que funciona en el hotel Oro Verde.

Más afluencia
En los casinos de Manta la mayoría de clientes son ejecutivos, jubiladas, empresarios, turistas extranjeros y hasta los propios huéspedes.
En este tipo de negocios cada día llegan más de 100 clientes, según informes nacionales.
Pero la mayor afluencia de público se da los jueves, viernes y sábados.
Esas noches hay más de 200 personas jugando, comenta Carlos Guillén, quien cada fin de semana asiste al casino del hotel Oro Verde.
"Hay personas que apuestan 20 y 30 dólares, pero también hay quienes llegan con 500 y mil dólares para jugar. Se ve de todo, algunos ganan, pero la mayoría pierde, aunque claro uno sabe a lo que va", destaca.
Godoy asegura que al Casino del Mar llega gente de clase media, "común y corriente".
"Aquí no llegan clientes Vip
como en los casinos de Las Vegas, en Estados Unidos que apuestan miles y miles de dólares", dijo.
El tema de los casinos en el Ecuador y la provincia es incipiente por lo tanto la rentabilidad es razonable, nada exagerado, señaló.
Franklin Palacios dijo que las apuestas en los casinos son controladas.
"Los mínimos y máximos de las apuestas no dan para que uno de los clientes quiebre", expresó.
Cada casino tiene más de 30 máquinas tragamonedas, mesas para ruletas y más juegos de azar.
Aunque los administradores no hablan de cifras, un informe hecho en los casinos de Machala señala que en días de mayor afluencia un casino puede ganar hasta 4 mil dólares. En el país hay 32 casinos autorizados.

Cierre afectaría la economía

Los representantes de los casinos que son parte de los hoteles de lujo del Ecuador se encuentran sorprendidos y preocupados por la amenaza del presidente Rafael Correa de cerrar sus actividades en los próximos dos meses.
La medida puede dejar sin empleo a miembros de unas 5.000 familias a escala nacional y, además, dejar al Fisco sin un buen pagador de impuestos, han dicho los representantes de casinos y salas de juego del país.
Rubén Godoy, administrador del Casino del Mar, dijo que la medida es retrógrada que lo que se debe hacer es controlar las salas de juego ilegales y no atentar con una actividad que genera empleo para miles de personas.
En Manta, al menos 400 personas trabajan directamente en los casinos y salas de juegos.