Mientras prepara una hamburguesa, Basurto comenta que cada viernes ella no dejaba de vender 180 dólares.
Pero ahora la situación cambió, las ventas no alcanzan los 40 dólares.
Ella es madre soltera y tiene que mantener a su hijo, pero el dinero no le alcanza.
"Cuando el reloj marca las 02h00 la Policía llega y empieza a desalojar a las personas, entonces, de qué vale quedarme más tarde si ya no hay nadie a quien venderle", explicó.
Dennis Mejía, propietario de la licorería El Chino, comenta que anteriormente tenía tres empleados, pero desde que rige el acuerdo ministerial solo tiene uno.
Un poco preocupado, manifiesta que las ventas han disminuido en un 50 por ciento, lo que lo ha obligado a buscar otro tipo de negocio para poder sobrevivir en esta crisis.
"Creo que el gobierno debe revisar este acuerdo, porque lo único que está consiguiendo es que las personas salgan a delinquir", dijo.
Roberto Carlos Cedeño trabaja todos los fines de semana por las noches. Cuando culminaba su jornada de trabajo (05h00) regresaba a su hogar con 50 o 60 dólares en su bolsillo, pero ahora todo cambió.
Asegura que muchas veces no llega a tener 15 carreras, lo que hace aún más difícil su situación, ya que tiene que mantener a una familia.
Lenin Delgado, propietario de Gio Bar, cuenta que anteriormente en su discoteca trabajaban 8 personas, pero ahora ha tenido que despedir a cuatro de ellos, porque las ventas han disminuido en un 50 por ciento.
A vendedores, taxistas, licorerías, discotecas, entre otros lugares, son afectados por este acuerdo ministerial, ellos esperan que la medida sea revisada.