Nuestra fuente señaló que el martes en la noche, los delincuentes robaron en las viviendas de las familias Pillasagua y Baque Pin, de donde se llevaron uniformes escolares, ropa, gallinas y otros artículos.
Los miembros de la familia Baque sintieron a los ladrones y se levantaron a tratar de detenerlos, pero los delincuentes fueron más rápidos, ya que huyeron de inmediato en un vehículo que los estaba esperando afuera de la casa. El domingo, en la noche, en una vivienda de la calle Noboa e Imbabura, donde no había nadie, entraron los pillos y robaron un cilindro de gas, una licuadora, sobrecamas y otras pertenencias. En este caso, la dueña del inmueble regresaba a su domicilio y se topó en la calle  con los pillos, pero desgraciadamente ella no sabía que eran sus cosas las que cargaban los sujetos.
La noche del miércoles los moradores del barrio se dieron cuenta que una camioneta andaba dando vueltas de manera sospechosa. Se juntaron para agarrar a los pillos, pero no pudieron hacerlo. Los afectados piden mayor control policial.