Entonces, si asistiere tan sólo un representante por cada organización social del cantón a esta cita, prevista para las 10h00, el Salón de la Ciudad quedará pequeño.
Se trata de un espacio físico de 30 metros de largo y 16 metros de ancho, donde quepan sentadas 341 personas en sus respectivos asientos y en cuyo escenario constan 15 sillas, informó Antonio Chinga, su administrador.
Completarían en relativa comodidad más de 400 personas sumando las paradas en las escalinatas, y llegarían a quinientas pero prácticamente apretadas.
La cita
Una de las organizaciones convocadas es la Unión de Barrios de Portoviejo, que justamente ayer reunía a sus miembros para definir su postura en esta asamblea.
Isacio Palacios, su presidente, adelantó que la asamblea debería ser informativa y propositiva sobre las necesidades de Portoviejo.
Mientras, la concejal Ana Pilay insiste que además de informativa debe ser resolutiva, "toda asamblea tiene que serlo", y que sus decisiones sean acatadas.
Ella opina que la asamblea debe realizarse en el Salón de la Ciudad, pues es el "escenario representativo de Portoviejo, donde siempre se ha reunido el pueblo".
Instó a que esta cita enfatice la unidad para que se levante la voz en contra de la inequidad, para que cada portovejense valga 120 dólares en la asignación presupuestaria.
Justamente el alcalde Guillem  reiteró ayer, en Quito, ante cinco asambleístas manabitas que hay “inequidad e injusticia” en la distribución de rentas.
Durante la reunión que empezó con 40 minutos de retraso y duró una hora, el alcalde entregó un cuadro comparativo de los recursos que reciben los municipios del país y lamentó que Portoviejo figure entre los que menos reciben.
Guillem comparó que Quito recibe 117 dólares por habitante, y Portoviejo apenas 61. “Tenemos que pararnos tieso", sentenció.