La acción de rechazo provocó no solo incomodidad a quienes debían viajar desde y hacia Guayaquil sino también a los que se transportan dentro de la Península. Por esta causa, se suspendieron las actividades estudiantiles sobre todo en los establecimientos de comunidades hacia el norte e interior de la provincia.
Los transportistas se quejaron ante la falta de controles de parte de la Policía Nacional. Aducen que por esta razón ha proliferado lo que llaman un negocio ilegal que ha proliferado a nivel de toda la provincia.
A las 07:00, las 518 unidades que pertenecen a la Unión de Cooperativas de Transporte Público de la provincia de Santa Elena se ubicaron desde un kilómetro antes de la entrada al cantón del mismo nombre. La medida afectó a la transportación  interprovincial, intercantonal y urbana.
Carlos Guerrero, presidente del gremio, explicó que los transportistas piratas perjudican a la actividad legal de los transportistas agrupados en la Unión.
“Mucha informalidad está proliferando en la provincia en todas las modalidades de transporte, sean estas camionetas, taxis, buses, mototaxis y furgonetas”, expresó Guerrero.
La gobernadora de Santa Elena, Noralma Zambrano, llegó hasta el sitio de la protesta y ofreció mediar ante las autoridades para encontrar una solución al problema.
Al mediodía (12:00), la medida preventiva fue levantada. La paralización de actividades no significó el cierre de carreteras aunque, algunos transportistas, se pronunciaron con llegar a ese tipo de medida extrema si sus reclamos no son escuchados.