El domingo, en la madrugada, según varios comerciantes del Centro Comercial, sujetos no identificados intentaban abrir los candados  de las puertas del comercial San Agustín.
Según los testigos, los pillos no pudieron lograr su cometido, pues un guardia privado hizo ruido con un pito y se fueron del lugar.
Al siguiente día, y de casualidad, tres locales comerciales fueron asaltados por la madrugada.
Falta control policial
Un poco sorprendido y asustado, Franklin Zambrano Giler, gerente del San Agustín, manifestó que en Portoviejo hace falta mucho control y que la inseguridad crece cada día más.
Zambrano indicó que uno de los problemas por los que el delito aumenta es la poca colaboración que existe por parte de la ciudadanía hacia la Policía.
"Los comerciantes informales, en muchas ocasiones, observan que una persona está robando y no se atreven a denunciar, tal vez sea por temor, pero debe existir mayor colaboración para que la delincuencia pueda disminuir", explicó.
Ciudadanía debe colaborar
Para Paola Cevallos, el tema de la seguridad del cantón es muy trillado, pues asegura que el control de los uniformados es muy poco y que el hecho de que los policías no estén en las carpas o las UPC, incrementa la inseguridad.
Según Cevallos, por el sector donde ella reside existe una UPC, pero que está totalmente deshabitada.
Manuel Moreira, quien vive en la ciudadela San Gregorio, expresó que los uniformados no están en la carpa de auxilio de la zona.
"Por mi sector roban constantemente, aunque ahora ya quieren poner alarmas comunitarias, pero de qué vale que suenen las alarmas si cuando se los va a buscar a los policías no están en la carpa para que acudan al auxilio", sentenció.