Pero hay muchos pequeños que se disgustan porque no encuentran sus chupetes, caramelos, galletas, chitos y menos aún su gaseosa preferida. Pues en el menú del bar lo que hay son frutas, tortillas de yuca, yogur, empanadas, jugos naturales, chifles, batidos, cornflakes y otra serie de productos, que sin duda aportan a una buena nutrición de los estudiantes.
Esto sucede en la escuela Cicerón Robles Velásquez, de Portoviejo, donde las autoridades tratan de apegarse a las nuevas disposiciones, que se decretaron mediante un acuerdo interministerial (Ministerio de Educación y Salud) para los bares escolares.

Salud
Y es que, según el nutricionista de la Dirección Provincial de Salud, Gastón Molina, con esta nueva medida lo que se busca es garantizar la salud de los escolares a través de buenos hábitos alimenticios. Pues explicó que muchas enfermedades pueden aparecer en los niños por este motivo. Habló de problemas como la anemia, desnutrición crónica, obesidad y sobrepeso, infecciones intestinales en caso de no haber higiene en la preparación, incluso problemas cardiovasculares y otros tipos de afectaciones a la salud, que aseguró se están presentando y por ende incidiendo en el normal proceso de aprendizaje.

Detalles
El nutricionista explicó que es necesario que los niños ingieran productos con proteínas como el queso, la leche, el pollo, el pescado. Además de grasas de buena calidad como la harina de trigo, el arroz, la papa y otros más. Esto debe ser completado por vitaminas y minerales que las contienen las frutas.
Molina señaló que todos estos productos contienen los nutrientes que los estudiantes requieren, pero resaltó la importancia de la preparación, ya que de nada sirve que sean productos recomendables si al momento de cocinarlos no se emplea higiene y sin alterar los beneficios naturales.
Así mismo recordó la necesidad de que los bares eliminen productos con colorantes, preservantes, con calorías falsas como los cheetos y gaseosas, el exceso de dulces, grasas saturadas como papas fritas, hamburguesas, mayonesa y otros más.
Alajita Ibarra, directora de la escuela Cicerón Robles, aseguró que en el bar de su escuela ya no se vende productos dañinos. Se prepara comida el mismo día, aseveró.
La encargada del bar de este plantel, Arabella Alarcón, cree necesario que las autoridades los orienten sobre opciones baratas para los más pobres y que no afecten sus negocios.