Poelzl dice que su trabajo es de “educadora y entrenadora sexual”, ayudando a hombres, mujeres y parejas a solucionar sus problemas sexuales. Dice que usualmente posee un gran apetito sexual, pero hace pocos años, cuando estaba en el final de sus cuarentas, su libido se empezó a disipar.

Sorprendida y sin saber muy bien qué hacer, recurrió a distintos médicos, y se dio cuenta de que no era mucho lo que podían ofrecerle, pues no hay un medicamento como el Viagra para ayudar a las mujeres cuando su vida sexual se estanca.

La mayor esperanza para un llamado Viagra femenino fue una droga conocida como Flibanserina, pero fue prohibida por un panel de la Dirección de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) el viernes pasado, pues dijeron que la droga no parecía ayudar realmente a las mujeres con disfunción sexual.

Es la segunda vez que el Viagra femenino fracasa en su intento de llegar al mercado. En 2004, un panel de la FDA le dijo no a Intrinsa, un parche de testosterona diseñado para ayudar hormonalmente a las mujeres con poco deseo sexual.

Dada esta situación, puede tomar un tiempo para que otra compañía farmacéutica destine dinero al desarrollo de una nueva droga para las mujeres con problemas sexuales.

La compañía BioSante Pharmaceuticals espera llevar un gel de testosterona al mercado en 2012, pero no hay muchos otros productos en el horizonte, a pesar de que parece haber una clara necesidad por un medicamento de ese tipo.

En 2008, un sondeo realizado entre más de 30 mil mujeres estadounidenses por la revista Obstetrics & Gynecology concluyó que cerca del 40 % de las encuestadas había tenido un problema sexual en algún punto de sus vidas, y con frecuencia era falta de deseo.

Después de ver a varios doctores, pero sin conseguir resultados, Poelzl decidió tomar otro camino. Recurrió a la medicina alternativa y empezó a experimentar con ejercicios taoístas. Realizó seis minutos de los ejercicios cada mañana, como sentarse en una silla mientras masajeaba su abdomen inferior.

Aunque no hay una ciencia que compruebe que las prácticas taoístas mejoran la vida sexual de una mujer, Poelzl dice que a ella le funcionó.

“Empecé a sentir más energía en mi cuerpo, y más libido”, dice. “Pero tomó al menos seis semanas de ejercicios diarios. Uno tiene que ser comprometido”.

De hecho, para casi todas las prácticas alternativas no hay estudios importantes que digan sí funcionan. Pero ante la ausencia de medicamentos para ayudar a las mujeres con problemas sexuales, aquí están algunas recomendaciones:

1. Acupuntura

Jill Blakeway, una acupunturista licenciada que ejerce en Nueva York, ayudaba a mujeres a quedar embarazadas, y después de unos años se dio cuenta de algo interesante:

“Después de tener un par de hijos, las pacientes volvían diciendo que no se sentían como antes”, dice Blakeway.

Así fue como desarrolló una especialidad en acupuntura para ayudar a las mujeres aumentar su libido. Ella dice que la acupuntura, como el Viagra, incrementa el flujo sanguíneo en los genitales, pero a diferencia de la pastilla, toma seis semanas para que se vean los resultados.

2. Medicina china

Blakeway dice que ha combinado con éxito la acupuntura con la medicina china. Con ambas, asegura, ha podido ayudar a 65 % de las mujeres que le piden ayuda por problemas sexuales.

3. Maca

Es una raíz vegetal que crece en las montañas altas de Perú, y estudios con animales muestran que la maca incrementa el deseo sexual. Es ampliamente conocido en Perú como un afrodisíaco, en donde se vende en varias formas, desde cápsulas hasta polvo.

4. Ginkgo biloba

Investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, encontraron que la yerba ginko biloba fue útil para las mujeres que tenían disfunción sexual producida por el consumo de antidepresivos.

5. Combinaciones herbales

El doctor Craig Koniver de Charleston, Carolina del Sur, dice que tiene éxito tratando a las mujeres con disfunción sexual con combinaciones herbales. Varias compañías las hacen.

“Cosas diferentes para diferentes mujeres”, dice Blakeway. “No hay algo que sirva para todas”.