De acuerdo con información facilitada al rotativo por una fuente no identificada, presuntamente del DAS, la policía secreta colombiana, en el marco de una operación de espionaje denominada "Salomón", habría interceptado "teléfonos de Correa, de sus cercanos colaboradores, de militares y periodistas" ecuatorianos.

La fuente explicó al periódico que las escuchas se realizaban desde "una plataforma móvil" en Quito para "intervenir teléfonos fijos y celulares (móviles)", que se situaba en dos apartamentos del centro de la ciudad y otro en una zona del norte.

Además, según recoge el matutino, la plataforma "todavía se encontraría en esa ciudad", donde ha funcionado "desde distintos departamentos alquilados por empresas de fachada con el objeto de intervenir diálogos que se analizaban en Bogotá".

La fuente, asimismo, informó de que "la mayor parte de los números de teléfonos interceptados por el DAS en Quito pertenecen a listados entregados por oficiales y suboficiales de la Policía de Ecuador", añade el diario.

Señala que esos oficiales habrían sido reclutados por detectives colombianos, vinculados a la operación de contraespionaje "Salomón", que "recibieron sobornos de fondos de gastos reservados de la Presidencia de Colombia".

La operación de inteligencia presuntamente comenzó a funcionar después del bombardeo colombiano en territorio de Ecuador, contra un campamento clandestino de la guerrilla de las FARC, realizado sin previo aviso ni permiso de las autoridades de Quito, en marzo de 2008.

En esa operación murieron al menos 26 personas, entre ellas el entonces portavoz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias Raúl Reyes, cuatro universitarios mexicanos y un ciudadano ecuatoriano, y produjo la ruptura de relaciones entre ambos países al considerar Ecuador que Colombia violó su soberanía territorial.

La información de El Universo se suma a varias declaraciones de agentes del DAS que han denunciado ante las autoridades judiciales de Colombia la creación, durante el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, de un grupo especial para espiar a personalidades, entre ellas, embajadores y diplomáticos de Venezuela, Ecuador y Cuba.

La fuente reservada también denunció "una campaña de amenazas y agresiones" contra detectives que participaron en las operaciones de contrainteligencia y que ahora quieren cooperar con la justicia colombiana para esclarecer los hechos.

En ese marco, declaró que "ya entraron al plano del homicidio para que uno vea lo que le pasará si habla", en referencia a dos agentes del DAS asesinados y otros dos heridos en una fiesta de detectives en octubre de 2009 cerca de Bogotá.

"Fueron atacados con una pistola por el agente Hernando Caballero y el caso fue presentado por el director del DAS, Felipe Muñoz, como la consecuencia de un simple e infortunado exceso de alcohol del homicida", explica el periódico.

El ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, afirmó el pasado mayo que el Gobierno considera "necesario" que, a través de la Cancillería, se pueda obtener información de la Fiscalía colombiana sobre el supuesto espionaje.