Ante la rémora que afecta al desarrollo de la capital manabita, se hace imprescindible la reprogramación de sus objetivos de acuerdo a sus potencialidades.

En varias ocasiones se concretaron reuniones para buscar puntos de referencias que conduzcan a las actividades que Portoviejo, como comunidad, debe seguir para avanzar.
Avanzar en la búsqueda de resultados exitosos, lo que se le está presentando dificultoso por la falta de la integración de sus habitantes, por la ausencia de una fórmula de trabajo que sea compartida por la mayoría de la población.
Población que, según algunos foros, tiene entre los ejes sobresalientes para su crecimiento los referentes a salud, educación, comercio, agroindustria y turismo, los mismos que tratados adecuadamente servirían de impulso al buscado progreso. 
Progreso en salud si se incrementara el funcionamiento de nuevas clínicas que, junto a las existentes, ofrezcan un eficiente servicio a la colectividad de la provincia y del país,  aprovechando la calidad profesional de nuestros médicos. Y con ello se apoyaría la labor que el Ministerio de Salud efectúa a través del hospital provincial, que se acentuará una vez  construido el hospital de especialidades que debería ser docente para beneficio de la salud y de la educación.
Educación, área en la que la capital manabita tiene sus picos sobresalientes por la eficiencia de sus centros escolares, mostrada en varios niveles por nuestros profesionales que debieron completar su educación académica dentro y fuera del país, y actualmente por los resultados que halagan a las instituciones donde se forma a los educandos  y que no toman a la enseñanza como simple comercio.
Comercio, que es otro de los bastiones donde Portoviejo es fuerte, a pesar que actualmente priman los negocios pequeños, pero la capacidad del medio es para retomar las actividades del pasado, cuando existían las importadoras que abastecían a la provincia de las mercaderías más variadas traidas por Manta.
Manta, puerto que vería así crecer en su actividad, y mucho más de vigorizarse el otro sector de producción fuerte que es el agropecuario, que con su tecnificación potenciaría la agricultura del valle con la industrialización de sus productos y, por ende, con una mejor atención general a las necesidades del campo.
Campo, cuyas riquezas naturales servirán para a la explotación del turismo rural, por ejemplo, área del que Portoviejo y Manabí toda pueden verse inmensamente beneficiadas, de ser inteligentemente manejada y explotada.
Manejada y explotada por parte de nuevas mentalidades que son las que deben intervenir para el reencuentro de Portoviejo con su futuro.