En ese sentido se refirió a que Ecuador considera "muy importante el reconocimiento y el respeto a la condición de ex presidente de la República a Manuel Zelaya y el derecho que debe tener él para retornar y hacer una vida regular, libre de persecuciones políticas".

También afirmó que al Gobierno ecuatoriano le preocupan las denuncias de violaciones "muy significativas, muy graves, a los derechos humanos, particularmente, de quienes han estado exigiendo el retorno a la democracia" en Honduras y que han sido recogidas en un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En un encuentro con la prensa extranjera en Quito, señaló que si el Gobierno de Lobo quiere ser "amplia y claramente reconocido" debería reflexionar sobre el mensaje "gravísimo" que ofrece al mantener en funciones públicas a "algunos de los más importantes gestores del golpe de Estado".

"Nos parece una seña, un mensaje peligroso para el futuro, no sólo que después de dar el golpe de Estado no enjuician sino que dan cargos importantes en el Gobierno", agregó.

No obstante, Patiño se mostró esperanzado en que la decisión del actual Gobierno hondureño de conformar una Comisión de la Verdad que investigue las circunstancias de la destitución de Zelaya, permita al Ejecutivo hondureño "tomar decisiones" para que Ecuador pueda "considerar la posibilidad de volver a reconocer al Gobierno".

"Esperamos que (la Comisión) pueda expresar efectivamente y descubrir la información de lo que ocurrió y hacerla pública", agregó.

Zelaya fue destituido en junio de 2009 tras lo cual, Roberto Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo de ese país, asumió el poder en un Gobierno de facto que en diciembre pasado convocó a unas elecciones, en las que salió vencedor Lobo.

Desde el primer momento Ecuador condenó la destitución de Zelaya, quien actualmente se encuentra exiliado en República Dominicana, y posteriormente anunció que no reconocería los resultados de las elecciones al estar convocadas por un "gobierno golpista".