Desde el arranque, Chile atacó a Honduras, como prometió su técnico, el argentino Marcelo Bielsa. A los '2, Matías Fernández rozó el gol con un tiro libre.
A los '6, Arturo Vidal disparó desde 30 metros y atajó Noel Valladares. Honduras buscó el contragolpe en diagonal, preferentemente con su mejor hombre, Edgar Alvarez, para que cabeceara un solitario Carlos Pavón, marcado por Gary Medel, nueve centímetros más bajo.
Con ambos equipos buscando una victoria histórica para sus países, el juego cayó en la imprecisión y la falta reiterada en mediocampo, pero siempre con los pupilos de Bielsa controlando el balón en campo hondureño.
Sin el goleador Humberto Suazo en la cancha, los chilenos no lograban hilvanar la última jugada en medio de los cantos de apoyo de sus parciales, mayoría en Nelspruit. Finalmente, el gol llegó a los 34 en una jugada de laboratorio.
El lateral Mauricio Isla desbordó por la derecha, centró al área y Jean Beausejour firmó la apertura a un metro del arco, con Valladares impotente.
Honduras adelantó su defensivo 5-4-1 y Chile aprovechó los espacios. Jorge Valdivia, Alexis Sánchez y el propio Beasejour tuvieron el 2-0 antes del cierre del primer tiempo, pero erraron.
El libreto continuó sin cambios en el segundo lapso, salvo por una mayor vocación ofensiva de los centroamericanos, que comenzaron a traspasar con mayor frecuencia la mitad de la cancha.
Chile volvió a desaprovechar ocasiones de gol, incluso en el área chica, en medio de la desesperación de su técnico, Marcelo Bielsa, conocedor de traspiés y fracasos mundialistas en su paso por Argentina.
El juego fluido cedió nuevamente lugar al pase errado, incluso al borde de la línea de gol hondureña. Sánchez, Isla y Valdivia erraron el tiro final.
Un gol anulado a los 74' anticipó a los chilenos que el sufrimiento sería hasta el final en su debut en el Grupo H, que comparten también con Suiza y la favorita España
La victoria, aunque mínima, bastó a Chile para lograr su primer triunfo en los mundiales, 48 años exactos después del 1-0 a Yugoslavia en la lucha por el tercer lugar de la Copa de 1962, jugada en casa.
Y 60 años después del último triunfo mundialista fuera de casa, el 5-2 a Estados Unidos en Brasil 1950.
Pero no fue suficiente como para alzarlo como equipo revelación de Sudáfrica 2010, como sueñan sus jugadores, que confiesan querer estar entre los cuatro mejores del torneo al menos, como hizo justamente la selección se 1962.