Un claro ejemplo es lo que sucede con el 102 del Cuerpo de Bomberos.
Allí las personas encargadas del teléfono levantan la bocina cientos de veces al día, pero en realidad son raras y contadas las
llamadas que ameritan ser atendidas.
Malestar
Virginia Álava, voluntaria de los casaca roja, indicó que no comprende cómo gente de toda edad se presta para molestar, pues hay quienes llaman para burlarse, contando historias falsas de incendios, accidentes y otros acontecimientos. Pero  también se escuchan insultos y frases perturbadoras por parte de personas que dicen ser homosexuales, lesbianas, borrachos, drogadictos y más.
Álava señaló además que lo peor de todo es que, a veces, en una hora hay más de 50 llamadas del mismo número, sea este celular o convencional.
“Las personas que pasan molestando deberían hacer conciencia de que en realidad hay quienes están en aprietos y no se pueden comunicar porque la línea está ocupada. A veces dicen que los organismos de socorro no son oportunos para llegar a las emergencias, pero hay que tomar en cuenta este fenómeno”, agregó la voluntaria.
Lo mismo ocurre en otras entidades que prestan servicio de emergencia como el 101 de la Policía Nacional y el 911.
Control
Ante esta situación, la Superintendencia de Telecomunicaciones anunció el fin de semana pasado que iniciarían un control estricto para sancionar a quienes realicen llamadas falsas a los organismos de socorro.
Sin embargo, está disposición aún no ha llegado a la provincia.
En todo caso, el delegado provincial de esta entidad, Hugo Cazal, dijo que la intención antes de sancionar, que podría ser con la suspensión temporal o definitiva de la línea telefónica, es realizar una campaña para concienciar a la población.
"Creo que primero hay que apelar a la conciencia y si no hay respuesta no quedará otro remedio que aplicar la ley", dijo Cazal.