Unas 3.000 personas pasaron la noche pasada en el aeropuerto de Fráncfort, el mayor de Alemania, cuyo tráfico aéreo quedó cerrado hasta primera hora de la mañana a consecuencia de la nieve caída a lo largo del lunes.
En Berlín, el aeropuerto de Tegel, uno de los dos aeródromos de la capital, tuvo que ser cerrado a media mañana como consecuencia de la lluvia helada que convirtió las pistas de aterrizaje en pistas de hielo.
Según informaron las autoridades aeroportuarias, los aterrizajes pudieron ser desviados al otro aeropuerto, el de Schönefeld, donde la situación era menos grave.
No obstante, en ambos aeropuertos hubo cancelaciones de vuelos porque muchos aviones procedentes de otros aeropuertos no pudieron salir de sus destinos debido a la intensidad de la nieve y el hielo.
Tal fue el caso de Fráncfort, donde fueron suspendidos 229 vuelos desde la noche pasada hasta hoy por la mañana, indicaron este martes fuentes de ese aeropuerto.
Mientras unos 5.000 pasajeros pasaron la noche en hoteles cercanos, alrededor de 3.000 optaron por acomodarse como pudieron en las salas de espera de las terminales, donde se instalaron unas 1.500 camas de campaña.
Además, miles de automovilistas pasaron la pasada noche en sus vehículos en el sur de Inglaterra después de que la intensa nevada caída el lunes inmovilizara automóviles y camiones.
Según informó hoy la Policía del condado de Hampshire (sur de Inglaterra), unas 3.000 personas quedaron retenidas en sus vehículos en la localidad de Basingstoke y no pudieron movilizarlos hasta primera hora de hoy, mientras que una situación similar ocurrió en los condados de Berkshire y Oxfordshire.
Sin embargo, los aeropuertos italianos de Malpensa (Milán), Génova y Verona retomaron hoy la actividad aérea en torno a las 12.00 GMT, después de permanecer cerrados durante varias horas por el temporal de frío y nieve que azota, sobre todo, el norte de Italia.
Unas mejores condiciones meteorológicas y pistas de despegue y aterrizaje, afectadas por el hielo desde la pasada madrugada, permitieron que estos aeródromos retomaran poco a poco sus operaciones, a pesar de que acumulan retrasos y cancelaciones por el tiempo que permanecieron cerrados al tráfico aéreo.