La lluvia que cayó desde la madrugada, a pesar de haber sido leve, formó lodazales, que según los moradores eran fáciles de predecir debido al mal estado de las calles y la cantidad de polvo que había.
En la ciudadela Fátima, por ejemplo, era casi imposible caminar debido a que días atrás recién inició la reconstrucción de la vía. El lodo estaba por todas partes, las personas tuvieron que sujetarse de donde podían para no caer, mientras los conductores de los vehículos circulaban a una mínima velocidad para evitar algún accidente.
El ciudadano Juan Pinargote indicó que los únicos responsables de lo que suceda en invierno serán las autoridades municipales, que hasta ahora no se han preocupado.

Insalubridad
En la ciudadela Nuevo Portoviejo el panorama era similar. Varias personas resbalaron, incluso los niños y jóvenes que iban a clases. Otro problema en el lugar es la basura que comenzó a generar insalubridad, ya que cuando se moja se descompone más rápido.
Lo mismo ocurrió en zonas como El Guabito y en los accesos a El Florón. Inclusive en varias calles céntricas. “Con una simple llovizna hubo problemas, no quiero imaginarme lo que suceda cuando sea más fuerte”, señaló Rocío Cevallos, moradora de El Guabito.

Invierno será leve
Según Boris Malavé, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), las leves lluvias que se están registrando en la provincia se deben a vientos húmedos que provienen desde Brasil. Señaló que eso no significa que haya comenzado la etapa invernal, ya que se espera que inicie a finales de enero, pero explicó que las lloviznas van a continuar en Manabí, especialmente en horas de la noche.
Sobre la posible llegada de El Niño, Malavé dijo que el calentamiento del océano aún es muy débil y eso hace que aún sea impredecible sí se dará el fenómeno. En todo caso, indicó que no hay que descartar esa posibilidad, pero que hasta ahora lo único que se puede anunciar es que el invierno no será fuerte.