"Vamos a reestructurar ese Banco Central para que (los técnicos de ese organismo) entiendan que ahora tienen que acatar las políticas del Gobierno", aseguró Correa en un acto público.

El gobernante había pedido al instituto emisor que repatriara unos 800 millones de dólares depositados en bancos en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, para que ese dinero permita financiar políticas gubernamentales en Ecuador.

Esa repatriación debía concretarse en estos días, pero varios técnicos y autoridades del Banco Central adujeron problemas internos que les habrían impedido cumplir la orden presidencial.

"Basta de burócratas apátridas", reclamó Correa, quien permanentemente ha expresado que el dinero público que tiene el país fuera financia a las grandes potencias y a la crisis que viven, y que deben volver para que sirvan para el desarrollo del sector productivo nacional.

De su lado, la gerente del Banco Central, Karina Sáenz, pidió disculpas a Correa por no haber cumplido con el mandato, aunque señaló que ello se debe a varios asuntos de procedimiento.

"Lamento que no pudimos cumplir con los tiempos e hicimos lo posible, pero estamos cumpliendo con su disposición", dijo Sáenz a los periodistas.

No obstante, varios medios de información han advertido de que la responsables del Banco Central habría presentado su dimisión junto con otros colaboradores suyos.