La frase inscrita en la camiseta del pequeño Ronaldo Cabezas decía: “Yo corro por mi derecho a la vida”. Ayer, desde las 08:00, llegó con su mamá a la plazoleta de La Merced, en el centro de Guayaquil.  Él fue uno de los 200 niños de zonas populares  que ayer   participaron en la carrera Corre, corre que tus derechos son un hecho, organizada por el Movimiento de niños, niñas y adolescentes.
“Tenemos derecho a nacer, a que nos quieran”, decía Ronaldo, mientras se ataba   los pasadores de sus descoloridos zapatos. A un costado, Manuela Rivera, su mamá, le   apoyaba. “Él sabe que sus derechos se tienen que respetar”.
En los alrededores de la plazoleta algunos chicos no paraban de trotar. Unos estiraban las piernas y otros se hidrataban. Era el calentamiento previo a la carrera de 3  kilómetros, que culminaría en el Malecón 2000.
Vestida con calentador y camiseta, la pequeña Grace Aguirre se alistaba para correr por su derecho a jugar. “Debemos divertirnos para poder crecer”, decía mientras le pegaban un adhesivo con su número, el 203. Erick Arteaga, de 9  años, tenía el número 79. El pequeño se escabullía  para   salir en la primera fila.
A las 09:30, la calle Pedro Carbo se convirtió en una pista atlética. El paso cebra era el punto de partida de los pequeños. Los primeros en salir fueron los niños de 8 a 10 años.  En la primera fila, Sergio Silva aprovechaba para hacer su último calentamiento. “La salud también es un derecho, por eso estoy aquí”. Y al escuchar el pito, todos salieron disparados.
Los  niños no fueron los únicos en correr. Los padres también se sumaron a esta iniciativa. Junto al coliseo Voltaire Paladines Polo,   40 de ellos se alistaban para la competencia. Esta es la tercera vez que se realiza la carrera en Guayaquil.
“No es una simple carrera,  corremos por la defensa real de los derechos a la vida, a la educación, a la salud, porque los niños son importantes”, dijo Priscila Bravo, del Movimiento de niños, niñas y adolescentes.
Luego de la carrera se realizó  un festival artístico.

Fuente: El Comercio