Un total de 5,13 millones de bolivianos está convocado para acudir mañana a las urnas  en las elecciones generales en las que el actual presidente de Bolivia, Evo Morales, tiene garantizada su reelección, pero se juega la continuidad de su proyecto socialista.

Los sondeos muestran que el Mandatario indígena sería reelegido con 55% de los votos y obtendría una ventaja de al menos 30 puntos por encima de su rival de derecha Manfred Reyes, a quien le atribuyen el 18% de los sufragios. Mientras que el tercero en carrera, el empresario centrista Samuel Doria Medina tendría un 11%. La ley boliviana establece que un candidato accede a la Presidencia si obtiene el 50% más un voto.

Sin embargo, lo que no tiene asegurado el gobernante son  los dos tercios de  130 diputados y 36 senadores, que necesita para obtener una mayoría en la  conformación de la primera Asamblea Plurinacional, que es el máximo órgano legislativo nacido de la polémica Constitución de corte indigenista aprobada en enero de este año.

Morales, quien inició su presidencia en 2006, convivió con un Senado con mayoría opositora y eso generó problemas de gobernabilidad, de lo que, dijo, está cansado. También enfrentó una dura resistencia  que casi llega a la guerra civil en 2008. De allí su afán por lograr un control total del poder, que le permita hacer cambios en la Constitución -y en particular habilitar  reelecciones presidenciales- sin necesidad de pactar con la oposición.

Aunque hay similitudes entre el estilo de Morales y el de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, los analistas señalan  que la carrera del ex dirigente sindical cocalero se asemeja más a la de su par ecuatoriano, Rafael Correa.  Aprovechó el descontento popular por los partidos tradicionales para ganar las elecciones de 2005, afianzó su poder con un referéndum sobre su gestión en 2008, hizo una nueva Constitución que le garantiza la reelección y mañana espera obtener  el mando del Poder Legislativo, destaca el diario El País.En este momento Morales goza de    popularidad. En La Paz, bastión presidencial, tanto simpatizantes como críticos aprueban las políticas de inclusión social de los indígenas,  que supone es el 62% de la población, impulsadas por él. También aplica una agresiva política social, como el pago de bonificaciones para embarazadas, ancianos mayores de 60 años y menores en edad escolar.

Morales ha realizado una intensa campaña por el país y ha debilitado   a la oposición, que lo acusa de poner todo el aparato del Estado a su disposición.

Así, sus dos rivales llegan a los comicios sin mayores opciones de triunfo, en especial  Manfred Reyes Villa, ex gobernador de Cochabamba, quien está acusado de corrupción. El compañero de fórmula de Villa, Leopoldo Fernández, ex gobernador de Pando, también está procesado y encarcelado por su responsabilidad en la muerte de 13 campesinos en 2007. Mientras que, el empresario cementero Samuel Doria   no ha calado en la población electoral.

En estos comicios generales   elegirán Presidente, Vicepresidente y Asamblea Plurinacional. Además,   cinco provincias decidirán su autonomía (La Paz, Potosí, Chuquisaca, Oruro y Cochabamba). Se han inscrito 5’138.583 ciudadanos, es una cifra récord en la historia electoral del país, de los cuales 4’969.487 están registrados en Bolivia y 169.096 en ciudades de Brasil, España, Argentina y EE.UU., donde votarán, por primera vez, los emigrantes bolivianos.

El presidente de la Corte Nacional Electoral, Antonio Costas, defendió  la credibilidad del censo biométrico y garantizó la transparencia del proceso. También  adelantó  que los resultados finales de  la votación estarán listos antes de diez días, un tiempo menor a las casi dos semanas que ha tardado en otras votaciones.