Así lo considera el director de planificación del cabildo, Gustavo Granizo, quien indicó que la intención es sólo reubicar a las familias que viven en zonas de alto riesgo y a las que queden en las colinas irlas atendiendo de a poco, brindándoles agua potable, alcantarillado, calles y otros servicios.
Granizo señaló que es casi imposible tratar de reubicar a tanta gente que a lo largo de la historia ha construido sus viviendas en las laderas y menos aún cuantificar el recurso económico que se necesitaría para ese fin.
Pero lo que sí pretende la actual administración, dijo, es controlar para que no sigan aumentando las casas en las zonas altas.
Sin embargo, la realidad es otra, ya que las personas siguen edificando en las colinas e inclusive en lugares donde antes se han producido deslaves, como en la colina San José de la parroquia Andrés de Vera.

Loma del Calvario
En el sector conocido como Loma del Calvario, de la parroquia Picoazá, hay más de 150 familias que viven en situación de riesgo.
En esta colina no hay árboles, sólo hay casas. Las familias que las habitan sólo esperan ser reubicadas en un lugar seguro antes de que llegue el invierno, ya que temen que con las lluvias vuelva a ceder la tierra como hace años.
A las familias del sector se las pretende reubicar frente al complejo deportivo de la misma parroquia, donde se está construyendo un plan habitacional entre el municipio, Cesal y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, que se espera esté culminado a principios del próximo año.
La reubicación de cada una de las familias cuesta alrededor de siete mil dólares, incluidos los servicios básicos, pero sin contar el valor del terreno que es de propiedad municipal.
El director de planificación manifestó que en el lugar hay capacidad para reubicar a más familias, pero eso se hará a futuro.

Planes
Granizo también habló de un plan que el cabildo pretende impulsar para brindar un techo seguro a familias de escasos recursos económicos. Se trata de la venta de lotes con servicios, es decir pedazos de terrenos con todos los servicios básicos, que serían vendidos con facilidades de pago. “El alcalde ha dispuesto que busquemos un lugar apropiado y esperamos hacerlo pronto porque de ser así mucha gente que vive en las colinas podría acceder al plan”, agregó.

Reacciones
Ciudadanos como Alberto Reyes, quien vive en la calle 18 de Octubre, consideran que cambiar la realidad que hay en las colinas es casi imposible, pero sí se puede cuidar lo que queda, por ello criticó a las autoridades, porque piensa que deberían poner mayor énfasis en el tema.
En cambio Lorena Intriago cree que primero hay que cambiar la mentalidad de la gente, pero aclaró que esa es una tarea que las autoridades han descuidado, “Las colinas son un tesoro preciado de cualquier ciudad y ojalá que en Portoviejo se haga algo urgente para preservarlo”, añadió.