La construcción de las lagunas de oxidación para la parroquia San Plácido fue suspendida por orden del alcalde Humberto Guillem.
Mediante oficios enviados al fiscalizador, José Luis Sierra, y a Jorge Maldonado Plaza, responsable de los trabajos, Guillem dispuso la paralización de la obra por el rechazo que tiene de los moradores de las parroquias Alajuela, Calderón, Riochico, Chirijo y otros sectores en tránsito.
Una vez que los dirigentes de Calderón conocieron la novedad, permitieron la salida del concejal José Murillo, quien fue retenido el miércoles por los moradores.
Propuesta
El concejal rural Patricio Roca dijo que ahora el tema deberá ser analizado con los moradores de los sectores que, considera, serán perjudicados con la construcción de las piscinas que están a 20 metros del río Chico y a 50 metros del pozo La Jigua, que proporciona agua a la parroquia.
Varios moradores llegaron ayer hasta el lugar donde se había excavado para las lagunas, y constataron que la máquina de Maldonado ya se había retirado.
Los calderonenses proponen que las piscinas de aguas residuales sean construidas en el sitio La Ciénega.
Presión
Juan Carlos Suárez, presidente de la Asamblea del Pueblo, señaló que en dos ocasiones conversaron con el alcalde para solicitarle que cambie el lugar de las lagunas, pero como la propuesta no era aceptada, decidieron presionar y planificaron una paralización.
Obras
sanitarias
Roca se refirió además a la invitación que el gobierno chino hizo a Guillem para analizar la posible construcción de sistemas de alcantarillado para las parroquias rurales que no cuentan con el servicio.
"Las obras costarían 25 millones de dólares y el dinero será un préstamo reembolsable que debe ser respaldado
por el gobierno nacional", dijo. El alcantarillado será para Calderón, Alajuela, Chirijo, Pueblo Nuevo; mientras que Mancha Grande y seis parroquias más, excepto Crucita, recibirán agua potable.