La reunión marcó la segunda fase de un proceso de diálogo iniciado en noviembre del año pasado en Quito, y cerró una visita de dos días a Washington en la que Ecuador ha tratado temas fundamentalmente comerciales.
La conversación iniciada el lunes en el marco del Consejo de Comercio e Inversión Estados Unidos-Ecuador se trasladó hoy al Departamento de Estado, donde el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Latinoamérica, Thomas Shannon, recibió a unos 25 miembros del Gobierno ecuatoriano.
El embajador de Ecuador ante la Casa Blanca, Luis Gallegos, que estuvo presente en la cita de hoy, explicó a Efe que el diálogo se estructuró en torno a tres pilares: comercio, inmigración y seguridad.
El primero de esos pilares se desarrolló en el mismo sentido que el dirigido por Ecuador en el encuentro de ayer, cuando pidió que el Congreso de EE.UU. renueve las preferencias aduaneras del programa establecido por la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA, por su sigla en inglés).
En ese sentido, Ecuador expuso la voluntad de que se extiendan esas preferencias en un contexto cada vez más difícil, entre otras razones por la oposición de multinacionales como Oxy y Chevron.
Ecuador también expuso hoy la "nueva visión de comercio para el desarrollo, que va más allá del mero intercambio" y que, según Gallegos, busca promover en el continente.
Aunque el choque con la filosofía estadounidense de libre comercio lo convirtió en uno de los puntos de la agenda que generaron más desacuerdo, Gallegos consideró que "la crisis financiera mundial" va a provocar un "cambio de visión" en el ejecutivo estadounidense, una posibilidad en la que Ecuador centra sus esperanzas.
La delegación ecuatoriana, encabezada por el Subsecretario de Relaciones Bilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, Jorge Orbe, expuso además los problemas que conciernen a los dos millones de ecuatorianos que se estima residen en Estados Unidos.
Según Gallegos, Ecuador expuso los "programas de apoyo cultural, social y educativo" que ha desarrollado para los inmigrantes, pidió una mayor coordinación con EE.UU. en este área y mostró "su preocupación por el estancamiento en el Congreso" de EE.UU. del proyecto de reforma migratoria.
"Es necesaria una legislación extensiva sobre el problema de los migrantes. En este país están surgiendo estructuras que los criminalizan, y Ecuador mantiene una filosofía abierta en este sentido, centrada en el apoyo de ciudadanía universal, la movilidad y la unidad familiar", señaló Gallegos.
En cuanto a la seguridad, Ecuador subrayó sus "esfuerzos para controlar los problemas que surgen en la frontera norte con Colombia", que, según el embajador, "impiden el avance de la creación de una zona social de desarrollo que pretende el Plan Ecuador".
"Necesitamos contener la influencia del narcotráfico y la delincuencia en esa zona, y Estados Unidos está al corriente de nuestros esfuerzos. Pero mientras su país siga consumiendo tal cantidad de cocaína, este flagelo no se va a ir", indicó.
En este contexto, los equipos liderados por Orbe y Shannon también trataron asuntos relacionados con la trata de personas y la pornografía infantil.
Por último, el diálogo en materia de cooperación se centró en las actividades que buscan ayudar a las minorías de la región "en términos de género, discapacidad y población indígena".