Los alumnos de escuelas y colegios danzaron y representaron pasajes de la historia. El festejo por la independencia continúa.
Fue un día caluroso. Los cuencanos y los visitantes, principalmente de la Costa, se protegían del sol con sombrillas, mientras observaban el desfile estudiantil por las fiestas de independencia de la capital azuaya.
Este año, la temática del recorrido, que duró tres horas, puso énfasis en lo folclórico, histórico y en la religiosidad de la ciudad. 43 planteles, entre escuelas y colegios, participaron con sus grupos de danzas y bailes.
La primera parte del desfile fue protagonizado por decenas de estudiantes de escuelas, que protagonizaron danzas tradicionales de Cuenca y de la región andina.
La Chola Cuencana, ataviada con polleras, candongas (aretes) y sombreros de paja toquilla fue la representación más común. Las niñas de la escuela Manuela Cañizares, por ejemplo, escenificaron a las tradicionales lavanderas del río Tomebamba, uno de los cuatro afluentes de la urbe.
También hubo niños que lucieron los trajes de los otavaleños, cañarejos, saraguros… En dos improvisadas tarimas, junto a la glorieta del parque Calderón, se ubicaron las autoridades de la Dirección de Educación del Azuay, del Municipio y de varios planteles.
Aplaudieron las destrezas y habilidades de los danzantes.
En la segunda parte del recorrido actuaron los planteles secundarios. Los alumnos del colegio San Luis Beltrán representaron al pueblo ancestral Cañari, con su cosmovisión basada en las relaciones de respeto profundo a la tierra y al dios sol.
Luego participaron las estudiantes del Corazón de María. Ellas escenificaron a las poblaciones del Cuzco, que se ubicaron en el espacio físico de los cañaris para levantar el Tomebamba (asentamiento inca que estaba en lo que ahora es Cuenca), una de las urbes más importantes del Tahuantinsuyo.
Estos planteles se inspiraron en el mural denominado Identidad, del artista plástico azuayo Hernán Illescas, que está en la Gobernación del Azuay. Lo mismo ocurrió con la representación del colegio Técnico Salesiano.
Sara Llacta (Nuestro maíz en quichua) fue el tema con el cual participó este plantel. En cambio, la temática Ñucanchi Allpa (Nuestra Tierra) fue escogida por el colegio Mariana de Jesús.
Con los jóvenes del Miguel Merchán y del Corel, que trajeron a escena la conquista española y las nuevas formas de relación de mitas y obrajes se dio paso a la tercera etapa del desfile.
Fue el turno de la representación de las fiestas tradicionales religiosas de Cuenca: el pase del Niño Viajero y el Corpus Christi
El desfile, que recorrió la céntrica calle Bolívar, se inició en el parque de San Blas y culminó en la plazoleta de San Sebastián (15 cuadras), a las 13:00.
Una hora antes, el rostro de la cuencana Antonieta Martínez se veía afectado por el sol. “El desfile de la cuencanidad se vive una vez al año, por eso vale la pena presenciarlo”. Lo mismo decía Belén Flores y sus amigas, quienes no tuvieron clases ayer.
Este homenaje a la ciudad también congestionó el tránsito en el Centro Histórico. Se alteraron los recorridos de los buses y los taxistas no hacían carreras a esa zona.
Fuente: Diario El Comercio