La operación se ha saldado con la detención de 13 personas, en su mayoría latinoamericanos, y con la incautación de 7,8 kilos de cocaína de gran pureza.

Según un comunicado de la Guardia Civil, a los detenidos, que introducían unos 20 kilos de cocaína al mes en España, se les considera presuntos autores de delitos de tráfico de drogas, asociación ilícita y detención ilegal de un menor de 13 años.

En la operación, desarrollada en las ciudades españolas de Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza, se liberó a un menor que la organización secuestró para extorsionar a otros miembros.

El grupo desarticulado estaba perfectamente jerarquizado e introducía la cocaína en España mediante el envío de pasajeros o "correos" desde distintos países de América, como Panamá, Brasil, Ecuador, Antillas Holandesas o Colombia.

La organización la dirigía un colombiano de 30 años y mantenía ramificaciones y contactos en varias provincias españolas.

La operación se ha realizado en varias fases, y en la primera de ellas, a finales de septiembre, se detuvo a un colombiano que llevaba 700 gramos de cocaína en el interior de su organismo.

También a finales de septiembre fue detenida una persona en el Aeropuerto de Bogotá (Colombia) con 2,6 kilos de cocaína ocultos en una maleta.

La segunda fase de esta operación se inició con la detención en el aeropuerto de Madrid-Barajas de una pareja que simulaba que venía de un viaje de placer desde Panamá, a la que se le han incautado 4,5 kilos de cocaína ocultos en dos fajas adheridas al cuerpo compuestas y dos planchas en las suelas de los zapatos.

La Guardia Civil también detuvo a dos integrantes más de la organización que estaban intentando cometer un secuestro de un menor, hijo de la pareja detenida en el aeropuerto madrileño.